domingo, 6 de noviembre de 2011

"Abacus Maximus"

Hace algún tiempo nos acercamos mi marido y yo, con mi hijo Alejandro, de 5 años, a IKEA a comprar unos muebles. Después de hacer el recorrido obligado por todas las secciones de la tienda, acabamos en la zona infantil. Allí, Alejandro se entretuvo un rato con los juguetes de la exposición, y en un momento determinado, le llamó la atención uno en particular: un ábaco. Era éste:
Con sus cuentas de colores, era un "cacharrito" bastante atractivo.
Decidí comprarselo, consciente de que no le estaba comprando a mi hijo un simple juguete. 

Si soy sincera, la que realmente estaba intrigada con el artilugio, era yo.
Así que decidí investigar sobre este antiguo instrumento de cálculo, reconvertido en juguete en el siglo XXI.
 
Los orígenes del ábaco se remontan a muy antiguo, y fijan su posible invención en China (¡como no!), aunque hay evidencias históricas de su uso en culturas tan distantes como los aztecas o los babilonios.
Permite realizar de forma rápida operaciones matemáticas (suma, resta, multiplicación, división, raíz cuadrada y potencias); con la ventaja de que nos enseña a pensar y razonar.

Pero el objetivo de esta entrada no es hablar sobre la historia del ábaco, sino de sus aplicaciones prácticas en la enseñanza de la aritmética.

El ábaco de la foto es un ábaco ruso. Como veis, consta de 10 cuentas de madera de colores diferentes en cada varilla. Por tanto, utiliza un sistema decimal. Con él podemos anotar números de hasta 10 dígitos.
La primera varilla inferior corresponde a las unidades, la siguiente a las decenas, la tercera a las centenas y así sucesivamente, aunque tambien podemos empezar por la varilla superior. Yo personalmente, las unidades las pongo abajo.
Para anotar un número en este ábaco tan sólo hay que desplazar las cuentas de madera correspondientes de izquierda a derecha: Las unidades en la varilla de unidades, las decenas en la varilla de decenas...etc.
Por ejemplo, para anotar 27 en el ábaco, desplazamos 2 cuentas de la varilla de decenas y 7 de la de unidades. El número son las cuentas que quedan en la derecha.
Es importante destacar que las anotaciones de los números siempre se hacen desde la cifra de la izquierda a la derecha, y de arriba abajo. Exactamente como lo decimos al hablar: "veinte y siete". Es decir: 2 decenas y 7 unidades.

Cuando enseñamos a un niño de Infantil los números y su representación gráfica (el 2, el 3, el 7....), al principio al niño le resulta difícil asociar la grafía con lo que realmente significa. Por eso, las fichas con el número suelen estar acompañadas del mismo número de objetos que representa. Que dibujemos al 2 como un patito o al 8 como un muñeco de nieve, para intentar hacerle más atractivo al niño el número, no es relevante para el significado del mismo.

Pero, ¿Y si le dejaramos "tocar" el número?

Al manipular las cuentas del ábaco, el niño empieza a tocar las cantidad, y el número ya no es un dibujo de un "soldado haciendo la instrucción" (que digo yo: ¿qué tendrá que ver el soldado con el 1, en su significado de cantidad?), sino un objeto manipulable que realmente indica al niño la cantidad.

En este caso particular, sólo hay que enseñar al niño que una bola de la varilla superior corresponde a 10 bolas de la varilla inferior. 

Para aprender esto, es muy útil la técnica utilizada con grupos de palillos, claramente explicada por mi amigo Jaime Martínez Montero en su libro "Enseñar Matemáticas a niños con necesidades educativas especiales", de la editorial Wolters Kluwer (Fig.18 de la pág. 91). Un libro realmente interesante; lo recomiendo.

Antes de saber calcular en nuestro ábaco, conviene practicar la anotación de cantidades, para familiarizarnos con su uso...

No quiero hacer esta entrada demasiado extensa, así que en la próxima aprenderemos a sumar.

viernes, 4 de noviembre de 2011

La cuenta de la vieja

"La cuenta la vieja", es decir: contar como antes, cuando no existían calculadoras. 
Gracias a ella nuestros abuelos y bisabuelos se apañaron perfectamente para sus operaciones aritméricas básicas: sumar, restar, multiplicar y dividir. 
Muchos de nuestros antepasados no sabían leer, pero sin embargo, calculaban a la perfección. 
¿Hay alguien que hoy en día sepa calcular de cabeza? No, seguro que no. Para eso están las calculadoras, así que nos olvidamos de sumar, de restar, de multiplicar....
Muchos de los viejos "trucos" de nuestros abuelos son muy buenos: son entretenidos, fáciles de recordar y, sobre todo, útiles para calcular. Sin embargo, se guardaron en el cajón del olvido en pro del método tradicional (el que todos sabemos -o sabíamos- y que no usamos), y de las calculadoras.
Antes, mucho antes, nuestra mejor calculadora era nuestro cerebro...y nuestras manos.
En esta entrada propongo recuperar un método manual para recordar las tablas del 6 al 9, originario del norte de Francia. Parte de la base de que sabemos las tablas hasta el 5.
Consiste en utilizar los dedos de las dos manos, doblando o levantando los dedos asi:
Por ejemplo, si queremos multiplicar
8 x 7
   - Doblar (8-5, o sea 3) dedos de una mano y (9-7, o sea 2) dedos de la otra.
   - Dedos doblados en total: 5
     Dedos levantados: 2 en una mano y 3 en la otra.

Multiplicamos los dedos doblados por 10
Multiplicamos los dedos levantados uno por el otro
Sumamos los dos resultados


   - Resultado: (5 x 10) + (2 x 3) = 50 + 6 = 56

     Otro ejemplo:            9 x 6
    - Doblar (9-5= 2) dedos de una mano y (6-5= 1) dedos; de la otra.
    - Dedos doblados en total: 3
     Dedos levantados: 3 en una mano y 4 en la otra.

    - Resultado: 3 x 10 + 3 x 4 = 42

Esto puede servir muy bien para que los niños aprendan las tablas de una forma más amena. Usan sus manos y pueden hacer algo más que simplemente memorizar unos números que para muchos de ellos no tienen sentido.
Aunque para aprender a multiplicar, antes tendrán que aprender a sumar... con un ábaco... En la próxima entrada.

Algoritmos ABN

Como prometí, hoy hablaré sobre los Algoritmos ABN-
Encontré por casualidad esta nueva metodología para la enseñanza de la aritmética buscando desesperadamente algo diferente para ayudar a mi hijo hiperactivo.
Y nada más descubrirlo, me fascinó.
Compré el libro recomendado por el autor y me lo bebí.
Aunque la técnica es sencilla, al principio parece un poco liosa, pero simplemente porque es nueva y diferente a todo lo que hayamos aprendido sobre aritmética.
Lo mejor de ella, y lo que más me gustó, fue su versatilidad. No es una técnica fija e inamovible que deba aprenderse de memoria y aplicar sin entenderla, sino que son simplemente unas pautas, unas orientaciones para el cálculo que después los niños pueden aplicar según cada uno.
Al final, todos llegarán al mismo resultado en una misma operación matemática, pero cada niño lo habrá hecho conforme a su propio ritmo, con lo que se sentirán a gusto con el cálculo y querrán hacer más.
Yo lo probé con mi hijo y, no sólo intuyó la mecánica a la primera, sino que ahora le sirve para realizar sus deberes de mates mucho más rápido, incluso si lo hace de la manera tradicional que le han enseñado en el colegio.
Esta nueva metodología se lleva aplicando algunos años en diversos colegios de Andalucía, de donde es originario su autor, con resultados fantásticos.
Como posiblemente no voy a saber explicar bien cómo funcionan los Algoritmos ABN, os invito a visitar el blog de su creador, Jaime Martínez Montero:  Pincha aquí
Yo quisiera animar desde aquí a los nuevos educadores de este nuevo siglo que ya tenemos bien iniciado, a que tomen nota de esta nueva metodologia para la enseñanza "divertida" de las injustamente "odiadas" matemáticas. 

miércoles, 2 de noviembre de 2011

Una nueva andadura

Inicio este blog para compartir con el mundo todo aquello que vaya encontrando o descubriendo sobre nuevas (y no tan nuevas) maneras de enseñar. 
Creado en un principio como parte del trabajo de la asignatura "Sociedad del Conocimiento", del grado de Pedagogía de la UNED, quizá llegue a ser algo más. 
Es un gran reto para los que nacimos en el siglo pasado, formar a los futuros ciudadanos del siglo XXI.
Para tan ingente tarea, vamos a necesitar de todos los recursos a nuestro alcance, todas las novedades tecnológicas de que disponemos, pero también, quizá, tengamos que echar mano de la olvidada "cuenta de la vieja", para que no se nos olvide cómo se utiliza este cerebro simplemente "a pelo".
Para abrir boca, os invito a visitar este blog.
Espero que os sea útil tanto éste, como las nuevas entradas que vaya poniendo.